En un fallo que podría cambiar el rumbo de la convivencia en edificios y condominios en Chile, la Corte Suprema resolvió a favor de un residente que instaló una malla de seguridad en su departamento, pese a la oposición del comité de administración y la comunidad del edificio. Este dictamen no solo pone en el centro la importancia del bienestar y la seguridad personal, sino que también sienta jurisprudencia sobre los derechos individuales frente a las normas de copropiedad.

¿Qué motivó esta disputa?

El conflicto se originó cuando un residente del edificio Reinos de España, ubicado en la comuna de Independencia, decidió instalar una malla de seguridad en el balcón de su hogar, argumentando la protección de su familia —particularmente de sus hijos menores de edad— como la principal razón. Sin embargo, el comité de administración consideró esta acción como una modificación de fachada que vulneraba el reglamento interno del edificio, iniciando acciones legales en su contra.

El fallo que cambió el enfoque: la seguridad por sobre la estética

La Corte Suprema, en una sentencia firme, rechazó los recursos interpuestos por la comunidad y ratificó que el bienestar y la protección de los habitantes prevalecen sobre criterios estéticos o normativas internas que no consideren el contexto humano.

Uno de los puntos clave del fallo fue que la instalación de la malla no afectaba estructuralmente al edificio ni comprometía su integridad arquitectónica, por lo que no existía justificación para exigir su retiro. Además, el máximo tribunal destacó que la seguridad de los menores debe considerarse un interés superior en cualquier comunidad de copropietarios.

¿Qué impacto tiene esta sentencia para otras comunidades?

Este caso podría transformarse en un referente legal para situaciones similares en todo el país. Muchas comunidades imponen restricciones estrictas a los residentes bajo el argumento de mantener la armonía visual del edificio, dejando en segundo plano necesidades esenciales como la seguridad infantil, la accesibilidad o el bienestar general.

El fallo de la Corte Suprema abre la puerta a que más residentes puedan defender sus derechos frente a normativas desproporcionadas o mal aplicadas. En otras palabras, establece un equilibrio entre el respeto al reglamento interno y los derechos fundamentales de los propietarios o arrendatarios.

¿Qué deben considerar las comunidades a partir de ahora?

Ante este nuevo precedente, los comités de administración y las comunidades deberán:

  • Revisar sus reglamentos internos y adecuarlos a criterios razonables que respeten los derechos de los residentes.
  • Evaluar cada caso de forma individual, considerando factores como seguridad, salud o bienestar familiar.
  • Evitar imponer sanciones o exigencias que carezcan de fundamento técnico o legal.

Conclusión: el precedente que protege a los residentes

El dictamen de la Corte Suprema no solo protege a un vecino en particular, sino que fortalece el derecho de todos los residentes a vivir en entornos seguros sin ser vulnerados por normativas arbitrarias. Este caso será sin duda un hito en el desarrollo del derecho de copropiedad en Chile, y un llamado a repensar cómo se aplica la ley en contextos comunitarios.

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